Sistema de cumplimiento
[GRI 102-16, 102-25, 102-28] [GRI 205-2, 205-3]
De acuerdo con los principios establecidos en los Bank for International Settlements (BIS) y la normativa de referencia en la materia, BBVA articula su actividad en torno al desarrollo e implementación de políticas y procedimientos específicos conforme a estrictos cánones de comportamiento ético, así como a su difusión y cumplimiento.
En tal sentido, el modelo de gestión de riesgos de cumplimiento se encuentra orientado a la identificación, evaluación y mitigación de eventuales riesgos de cumplimiento.
Se define a los "riesgos de cumplimiento" como el peligro de incurrir en sanciones legales y pérdidas financieras o de reputación que una entidad puede sufrir por incumplir leyes, regulaciones, normas, estándares de autorregulación y códigos de conducta aplicables a sus actividades.
En línea con la estructura organizativa corporativa, y a fin de gestionar de manera debida los riesgos de cumplimiento en las entidades del Grupo BBVA en Perú, el área de Compliance reporta directamente al Directorio, en una clara reafirmación de la autonomía, importancia e independencia con que el Grupo la ha dotado.
Bajo una estructura organizativa ágil, el área consta de cinco disciplinas, sustentadas en un bloque de ejecución de procesos (Compliance Execution) y otro de desarrollo de proyectos (Compliance Solutions):
- Anti Money Laundering (AML) Compliance, a cargo de los riesgos de lavado de activos y financiamiento del terrorismo (LAFT).
- Customer Compliance, encargada de gestionar los riesgos de conducta de mercado, protección a los clientes, gobierno de productos y conflictos de intereses, entre otros vinculados.
- Corporate Compliance, responsable de gestionar principalmente los riesgos relacionados a conducta ética, corrupción, responsabilidad penal de las empresas del Grupo y riesgos de competencia (antimonopolio).
- Securities & Derivativos (S&D) Compliance, que gestiona los riesgos de conducta en los mercados de valores, prevención del uso indebido de información privilegiada y del abuso del mercado, entre otros.
- Model & Assurance, una disciplina que desarrolla e implementa el modelo de Compliance de alcance global, que incluye Compliance Testing, una función independiente de aseguramiento de controles y mitigantes de cumplimiento.
Durante 2020, como consecuencia de la emergencia sanitaria global, la función de Compliance tuvo dos drivers de actuación principales:
- Debido cumplimiento de la regulación emergente, lo que demandó la implementación de procedimientos y protocolos de actuación adecuados, en el más breve plazo.
- Necesidad de asegurar que la oferta de productos y servicios no presentara deficiencias en la gestión de riesgos de cumplimiento.
En tal sentido, el modelo corporativo de gestión de los riesgos de cumplimiento se vio sometido a un periodo de intensa prueba, para lo que debió reforzar los elementos y pilares sobre los que se sustenta. Para ello, la función de Compliance en BBVA Perú puso en práctica los elementos fundamentales del modelo:
- Dotación de una estructura organizativa adecuada que le permitió mantener su autoridad e independencia de criterio.
- Mantenimiento o actualización, según correspondía, de la normativa interna, políticas y procedimientos, a fin de garantizar la continuidad del negocio.
- Apoyo en la infraestructura tecnológica, un elemento crucial para el desenvolvimiento eficaz de las actividades de supervisión y control de Compliance en forma remota.
- Permanente actividad en risk assessment, tanto en los escenarios afectados por los cambios, a fin de definir las acciones de mitigación que procurasen la debida gestión de los riesgos involucrados, como en aquellos que no se vieron golpeados.
- Difusión y comunicación de los cambios y actuaciones pertinentes, entendidos además como una "re-educación" en las nuevas formas de desarrollar actividades, de ser el caso.
- Continuidad en la supervisión y control de los procesos establecidos que no sufrieron el impacto de la pandemia, al tiempo que se desarrollaron esquemas de monitorización para los cambios implementados.
Este esquema de gestión permitió responder de forma oportuna y eficaz a actividades con alto componente de factores de riesgo vinculados a la actividad de Compliance, incluso en el contexto de la emergencia sanitaria. Así, se promovió y agilizó, con apoyo de tecnología biométrica, el onboarding de clientes en forma no presencial, así como la atención de operaciones a través de canales no presenciales y los requerimientos de crédito y de reprogramación de deudas.

Se promovió y agilizó, con apoyo de tecnología biométrica, el onboarding de clientes en forma no presencial, así como la atención de operaciones a través de canales no presenciales y los requerimientos de crédito y de reprogramación de deudas.
Los cambios regulatorios y de entorno en la especial coyuntura de 2020 impactaron en mayor o menor medida en la prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo, los riesgos de corrupción, los de conducta de mercado, de prevención de conflictos de intereses y de competencia y de integridad corporativa, por enumerar los más significativos.
Por otro lado, la visión macro del Banco en cuanto a que toda acción emprendida demanda también asegurar la trazabilidad para su posterior evaluación llevó a implementar, en 2020, las evaluaciones independientes tanto de los reguladores como de los órganos de auditoría interna y externa. Esta herramienta cobra cada vez mayor relevancia conforme se viabiliza la nueva normalidad.
En cuanto a la comunicación y formación de toda la organización, el Banco cuenta, además de la instrucción presencial y vía e-learning de Campus BBVA -un portal para impartir cursos y herramientas de capacitación corporativos-, con un Portal de Cumplimiento (intranet) que utiliza internamente para las siguientes funciones:
- Difundir las novedades o los cambios en el marco legal, la normativa interna, los documentos nacionales e internacionales, las señales de alerta y los patrones de comportamiento sospechosos, así como las respuestas a las preguntas frecuentes.
- Dotar de notoriedad diferencial a una determinada norma o contenido divulgativo o formativo relacionados con las actividades de prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo y otros riesgos de cumplimiento.
- Mantener un nivel de sensibilización apropiado, que se alcanza cuando el cumplimiento de las normas y el adecuado comportamiento ético constituyen parte de los mensajes institucionales.
- Contar con un medio informativo continuo y de fácil acceso para el personal.
Durante 2020 se reforzó el Marco de Regulación Interna (autorregulación), mediante la emisión y aplicación de la Norma de Regulación Interna a todas las unidades del banco, habiéndose definido que la actualización de la normativa existente se realizará en un plazo de dos años.
Además de la Política de Conducta en los Mercados de Valores, la Política Anticorrupción, la Política de Prevención en Materia de Conflictos de Interés, la Política de Gobierno de Productos y la Política de Competencia, en 2020 se aprobó la aplicación de la Política General de Conflictos de intereses. Esta es un elemento integrador de los demás documentos, que tanto en el ámbito de Compliance como en el resto de unidades sirven para la gestión de conflictos de intereses y que aplica a todas las unidades locales de negocio del Grupo BBVA.
Asesoramiento en materia de comportamiento ético y legal
[GRI 102-17, 102-25, 102-26, 102-27]
El Código de Conducta del Grupo BBVA en Perú recoge las últimas exigencias normativas y recomendaciones de organismos internacionales como BIS, EBA, ISO, entre otros, así como las mejores prácticas y requerimientos de los organismos supervisores. Contiene, asimismo, las expectativas sociales actuales sobre lo que debe ser una estricta cultura empresarial basada en la ética.
El Código estipula de forma muy clara que el comportamiento de los empleados de BBVA debe ser legal, moralmente aceptable y publicable, y proporciona pautas de comportamiento acordes con los principios de prudencia, integridad y transparencia del Grupo. Incluye procedimientos para ayudar a los empleados a resolver dudas y aclarar el cumplimiento de sus obligaciones.
Durante 2020, el área de Compliance volvió a reforzar el permanente compromiso del Grupo BBVA con la integridad en los negocios, impulsando la comunicación, formación y adhesión a su Código, así como los fundamentos que lo inspiran: transparencia, integridad y prudencia.
Durante 2020, el área de Compliance volvió a reforzar el permanente compromiso del Grupo BBVA con la integridad en los negocios, impulsando la comunicación, formación y adhesión a su Código, así como los fundamentos que lo inspiran: transparencia, integridad y prudencia.
El Código aplica a todas las entidades vinculadas al Grupo BBVA en Perú. Cada colaborador cuenta con una copia del Código, que también se mantiene publicado en la página web del Banco y en el portal de Cumplimiento (intranet). La formación y adhesión formal se hacen mediante firma electrónica, lo que contribuye a la mayor eficacia y sencillez del proceso y está en línea con la estrategia de innovación tecnológica del Grupo.
En 2020, el área de Compliance continuó brindando soporte y asesoría a los empleados y a la alta dirección de BBVA en materia de aplicación del Código y de las políticas corporativas vigentes. La asesoría se impartió en asuntos relacionados con, entre otros, la aceptación de regalos o beneficios personales, el desarrollo de actividades profesionales, el tratamiento y gestión de potenciales conflictos de interés y la gestión de patrimonios personales.
El Banco tiene instituido el Comité de Gestión de Integridad Corporativa como el estamento de más alto nivel de vigilancia de la debida aplicación de las políticas y lineamientos incluidos en el Código. El área de Compliance presenta en las sesiones del Comité la evolución de todos los ámbitos relacionados con el Código.
Según lo señalado en el apartado precedente, en 2020 entró en vigor la Política General de Conflictos de Intereses, que reafirma el compromiso de gestionar los intereses de los accionistas del Banco con absoluta integridad, transparencia y objetividad, procurando prevenir la ocurrencia de potenciales conflictos de intereses, o gestionando de la mejor manera los existentes.
Como en el caso de otras políticas, esta dispone actuaciones de mitigación con carácter general, así como acciones específicas para evitar incurrir en conflictos de intereses. Al respecto, se establece también la utilización, con carácter corporativo, del Canal de Denuncia, que recoge toda comunicación sobre algún posible incumplimiento a la política, además del modelo de gobierno y marco de sanciones que aplican para esta política.
Política anticorrupción
La actualización de la política anticorrupción BBVA llevada a cabo en 2020 pone énfasis en su introducción que está alineada con el FCPA (USA), el UK Bribery Act, el Código Penal español y las mejores prácticas del sector, y toma como referencia la ISO 37001. Asimismo, establece las pautas para poder realizar donaciones a entidades públicas y colaborar durante la pandemia por la covid-19.
La actualización de la política anticorrupción BBVA llevada a cabo en 2020 pone énfasis en su introducción que está alineada con el FCPA (USA), el UK Bribery Act, el Código Penal español y las mejores prácticas del sector, y toma como referencia la ISO 37001.
Con la participación del Gerente General mediante video, se relanzó el Programa de Actitud Responsable (PARE), con objetivo de reforzar las actuaciones deseadas en el marco del Código de Conducta. Durante la campaña, nuevos videos desarrollaron temas como "Conducta con los clientes", donde se hacía hincapié con lo establecido en el Reglamento de Conducta de Mercado emitido por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, y "Conducta con los compañeros" respecto a los temas de clima laboral y acoso sexual.
Asimismo, se incluyó en el pack de cursos regúlatenos el curso del Código de Conducta BBVA, para reforzar su vigencia y aplicación mediante ejemplos didácticos, entre los que se incluyó una referencia al Canal de Denuncia.
El curso de Política Anticorrupción es impartido de manera obligatoria a todos los nuevos colaboradores de todas las entidades del Grupo en el Perú, a través de la plataforma virtual de formación. Otro tanto ocurre con el Código de Conducta.
Durante el segundo semestre de 2020 se inició un proyecto para reforzar el Modelo ABC (Anti Bribery and Corruption), cuyo objetivo principal es la aplicación debida de la política anticorrupción y de la regulación aplicable al respecto. Se tiene previsto que concluya durante 2021.
Prevención del lavado de activos y del financiamiento del terrorismo (PLA/FT)
Entre los objetivos que el Grupo BBVA asocia a su compromiso de mejorar los entornos sociales en los que desarrolla sus actividades está la permanente prevención del lavado de activos y del financiamiento del terrorismo (LAFT).
El Banco considera que evitar que sus productos y servicios sean utilizados con finalidades delictivas es un requisito indispensable para preservar la integridad corporativa y, con ello, mantener la confianza de los stakeholders con los que se relaciona directamente (clientes, empleados, accionistas, proveedores, etc.) y con la sociedad en general.
Para ello, BBVA sustenta su accionar en un modelo corporativo de gestión de riesgo, el que comprende las mejores prácticas de la industria financiera a nivel mundial en la prevención del LAFT, entre ellas las recomendaciones de organismos como el Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF/GAFI).

BBVA sustenta su accionar en un modelo corporativo de gestión de riesgo, el que comprende las mejores prácticas de la industria financiera a nivel mundial en la prevención del LAFT, entre ellas las recomendaciones de organismos como el Grupo de Acción Financiera Internacional.
El modelo de gestión del riesgo del LAFT está en permanente evolución y es sometido a continuas revisiones independientes. Estos análisis permiten, en particular, reforzar los controles y establecer medidas mitigativas adicionales para fortalecerlo.
Durante 2020, el Banco potenció el modelo de gestión del riesgo del LAFT con mejoras en los procesos de mitigación y control; por ejemplo, en la adecuación oportuna del otorgamiento de créditos de reactivación económica, o en los procesos de apertura de cuentas no presenciales. Igualmente, se prosiguió con el monitoreo de operaciones en efectivo con divisas del exterior y de nuevas tipologías de lavado de activos, habiéndose emitido los informes de riesgos correspondientes.
Asimismo, inició el proyecto de reemplazo de la herramienta de monitoreo de operaciones, así como la adecuación del reporting regulatorio a las nuevas disposiciones legales.
Cabe destacar que, dentro de la permanente formación de los colaboradores, de filiales y vinculados en materia de PLA/FT, se realizaron actividades de adiestramiento, tanto presencial para los nuevos ingresantes como a distancia (online) para el personal dedicado a labores comerciales. En total, se capacitó al 99% de los colaboradores dedicados a actividades comerciales y al 98% de la planilla general.
Conducta de mercado (Transparencia y protección al usuario)
Los temas de conducta de mercado (Customer Compliance) están a cargo del oficial de conducta de mercado (OCM), cuyo objetivo es asegurar el desarrollo de las siguientes actividades establecidas en el marco de la regulación de conducta de mercado emitida por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS):
- Evaluación de los riesgos para los clientes asociados a los productos, servicios y actividades de BBVA, así como promoción o implementación de medidas para su mitigación. Durante 2020 se consolidó la aplicación del modelo de cumplimiento en los comités de nuevos productos y en el programa de aseguramiento de calidad (PAC) con la intervención del OCM desde su concepción y posterior desarrollo, comercialización y post contratación.
- Coordinación de los planes de acción para adaptarse a los nuevos requisitos y criterios emitidos en materia de protección al usuario, principalmente por la SBS. Durante 2020, y debido a la emergencia sanitaria, se produjo una serie de cambios regulatorios con especial foco en la protección al consumidor, los que demandaron la actuación proactiva del OCM para prevenir la materialización de incumplimientos.
- Colaboración estrecha y continua con las unidades de desarrollo de productos y negocios, con énfasis en las iniciativas de banca digital, para incorporar en sus proyectos la visión de protección al usuario.
- Actualización permanente del marco normativo interno para la correcta comercialización de productos y servicios del Banco, especialmente en la debida aplicación de los cambios regulatorios dispuestos en el ámbito de la conducta de mercado.
- Participación en los proyectos de mejora y actualización de los procesos comerciales y de los sistemas informáticos del Banco, en procura de garantizar su alineamiento con las mejores prácticas de protección de los intereses del cliente. La coyuntura de emergencia determinó la necesidad de acompañamiento del OCM en forma permanente.
- Acciones de comunicación y formación dirigidas a las redes comerciales en materia de transparencia y protección al consumidor. Como quiera que cada empleado que atiende a un cliente/usuario debe estar debidamente informado y permanentemente actualizado, se desarrolló el programa anual de capacitación, extensivo a todos los colaboradores que brindan soporte a los procesos internos y se realizó una actualización periódica del material de consulta de las oficinas a través de una aplicación centralizada.
- Revisiones específicas de la información a disposición del público y de la fuerza de venta, lo cual incluye el control en la aplicación de comisiones y gastos y su publicación en la red de oficinas. Se validaron todas las comunicaciones emitidas y se revisó el marco de gobierno de comisiones.
- Revisión de los contenidos de las campañas promocionales y de las acciones comerciales de productos/servicios, en cumplimiento del principio de publicidad transparente, clara y responsable (TCR) y del Código de Autorregulación Publicitaria suscrito por la Asociación de Bancos del Perú (ASBANC). Para ello, se realizaron informes trimestrales de seguimiento de la actividad publicitaria.
- Reforzamiento de las métricas e indicadores de seguimiento de riesgos de cumplimiento, con el objetivo de fomentar un enfoque preventivo.
- Evaluación de las reclamaciones de los clientes, de las revisiones de auditoría interna y externa y de los exámenes y requerimientos de los reguladores, lo que comprobó que la atención de estas se produjo dentro del plazo legal vigente.
En 2020, BBVA presentó un 93% de promedio de cumplimiento con los lineamientos de publicidad de ASBANC. Esta autorregulación del sistema busca facilitar la comprensión por el cliente de la información relacionada con las tasas de interés, tarifas u otras características y condiciones de los productos financieros.
Durante el periodo concluido se puso en práctica la Política de Gobierno de Producto, y el OCM participó en la evaluación previa y el posterior seguimiento de todas las iniciativas comerciales desarrolladas por el Banco en el marco del PAC y del Comité de Nuevas Modalidades y Productos (CNMP).
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