Sistemas de gobierno

Riesgos sociales, ambientales y reputacionales

[G4-2] [G4-14] [FS1, FS2, FS3, FS4] [FS8, FS9, FS10, FS11, FS12]

Como entidad financiera, las actividades de BBVA Continental impactan sobre el medio ambiente y la sociedad. De manera directa, a través del uso de los recursos naturales y de la relación con sus grupos de interés; de manera indirecta, mediante la actividad crediticia y los proyectos de financiamiento. Estos impactos derivan, a su vez, en riesgos directos, indirectos y de reputación.

Las actividades del Banco impactan en el medio ambiente y la sociedad, impactos que a su vez derivan en riesgos directos, indirectos y de reputación.

Los riesgos extrafinancieros pueden afectar el perfil crediticio de los prestatarios o de los proyectos que se financian, lo que a su vez dañaría la calidad del riesgo asumido y, en consecuencia, incidir en el reembolso de los créditos.

Para gestionar estos riesgos, BBVA Continental toma en consideración, junto con las tradicionales variables financieras en la gestión del riesgo, los aspectos ambientales, sociales y de reputación. La integración de estos aspectos es coherente con el principio de prudencia que rige la actividad del Banco y se concreta en diferentes líneas de actuación.

Cabe mencionar que BBVA Continental ha colaborado con la SBS en la elaboración de una norma destinada a la prevención del riesgo social y ambiental que será de obligatorio cumplimiento para todas las entidades financieras peruanas.

Gestión de los riesgos sociales y ambientales

[G4-15, G4-16] [G4-EN27]

Principios de Ecuador

Las infraestructuras de energía, transporte y servicios sociales que impulsan el desarrollo económico y crean empleo en un país pueden impactar en el medio ambiente y en la sociedad. El compromiso de BBVA Continental es gestionar el financiamiento de estos proyectos de manera tal que sea posible reducir e incluso evitar los impactos negativos y potenciar así su valor económico, social y ambiental.

En línea con este compromiso, todas las decisiones de financiamiento de proyectos tienen como base el criterio de rentabilidad ajustada a principios. Situar a las personas en el centro del negocio implica atender las expectativas de los colectivos interesados en los proyectos y la demanda social de luchar contra el cambio climático y respetar los derechos humanos.

Es por eso que en el 2004 BBVA Continental se adhirió a los Principios de Ecuador (PE), un conjunto de estándares que permiten determinar, evaluar y gestionar los riesgos ambientales y sociales en la financiación de proyectos, tomando como base la política y normas de desempeño en sostenibilidad social y ambiental de la Corporación Financiera Internacional (CFI) y las guías generales sobre ambiente, salud y seguridad del Grupo Banco Mundial (GBM).

Para BBVA Continental, los PE son el punto de partida para aplicar las mejores prácticas de financiación responsable y el marco de diálogo con los clientes y los grupos interesados en los proyectos que financia. Es por ello que estos principios se han convertido en el estándar de referencia para la financiación responsable para el Banco. BBVA Continental asume el compromiso de apoyar su desarrollo y difusión desde el Comité de Dirección de los PE y los grupos de trabajo en los que participa.

El equipo de Riesgo Reputacional de Corporate & Investment Banking asume las responsabilidades de análisis de los proyectos, representación del Banco ante los grupos de interés, rendición de cuentas ante la alta dirección y diseño e implementación del sistema de gestión. Además, propone la adopción de mejores prácticas y participa en la formación y comunicación de los aspectos relacionados con los PE.

El análisis de los proyectos consiste en someter cada transacción a un proceso de due diligence en dos aspectos fundamentales: ambiental y social. Este se inicia con la asignación de una categoría (A, B, C), tal como lo establece el proceso de clasificación de IFC. La revisión de la documentación aportada por el cliente y por los asesores independientes permite valorar el cumplimiento de los requisitos señalados en los PE en función de los dos rubros mencionados.

Los contratos de financiación deben incorporar las obligaciones del cliente tanto en lo referido al medio ambiente como al impacto social, y someterse a un monitoreo a cargo de un equipo especializado.

Evaluación del riesgo social y ambiental

En el 2016, BBVA Continental implementó un nuevo sistema de gestión del riesgo social y ambiental alineado al reglamento 1928-2015 emitido por la SBS, que toma como referencia los Principios de Ecuador y, en consecuencia, las normas de desempeño de la CFI, requerimientos que en buena parte el Banco seguía, como se ha visto, desde hacía 12 años por propia iniciativa. El reglamento establece requerimientos mínimos para la gestión del riesgo social y ambiental, al promover la implementación de buenas prácticas y una toma prudente de riesgos en los bancos.

Dentro de este nuevo esquema, los financiamientos de proyectos son categorizados según sus niveles de riesgo social y ambiental, lo que contribuye a la valoración de la probabilidad y severidad de los impactos de las actividades económicas expuestas a tales riesgos y favorece la actuación anticipada para prevenir o reducir sus consecuencias no deseables.

Durante el proceso de adecuación se realizaron las modificaciones sobre las políticas y procesos de evaluación, así como capacitaciones al personal para un mayor conocimiento y entendimiento de estos cambios y su impacto en los procesos de admisión.

Gestión del riesgo reputacional

[FS1, FS4]

BBVA continental cuenta con una metodología para la identificación, evaluación y gestión del riesgo en la reputación, lo cual le permite definir y revisar regularmente un mapa que prioriza los riesgos a los que el Banco se enfrenta en ese punto, así como un conjunto de planes de acción para mitigarlos.

La priorización atiende dos variables: el impacto en las percepciones de los grupos de interés y la fortaleza de BBVA frente a tal riesgo. Este ejercicio para la reputación se lleva a cabo en cada país, y la integración de todos ellos da lugar a una visión consolidada del Grupo.

El Grupo BBVA obtiene una visión consolidada del riesgo a la reputación integrando el impacto en las percepciones de los grupos de interés y la fortaleza de la entidad ante tal riesgo en cada país.

Para impulsar la gestión de este tipo de riesgo en el Grupo, BBVA Continental posee un Comité Operativo de Riesgo de la Reputación, integrado por las áreas de Riesgo Operacional y Control Interno, Cumplimiento Normativo, Comunicación Corporativa, y Responsabilidad y Reputación Corporativas, que ejerce, este último, labores de secretaría. El Comité, que se replica tanto a nivel global como en las distintas geografías, tiene como función diseñar el modelo de gestión de riesgo de la reputación y promover su adecuada implementación dentro del Grupo.

En la implantación de la metodología intervienen dos tipos de funciones clave:

  • Los equipos de Responsible Business & Communications, encargados de la identificación de los riesgos y la valoración de su impacto.
  • Los llamados assurance providers, encargados de evaluar y mitigar los riesgos identificados. Proceden de diversas áreas, toda vez que los riesgos para la reputación tienen orígenes muy variados.

Cada uno de estos funcionarios debe reportar la gestión del riesgo de la reputación de su ámbito de actuación a través de los canales de reporting que utiliza habitualmente. La visión agregada de los riesgos de la reputación se reporta atendiendo las exigencias regulatorias locales.

En esa línea, durante el 2017 se consolidó el governance implementado a través del fortalecimiento de la metodología y el desarrollo de una herramienta informática para su gestión.

El Banco considera que el entorno socioeconómico y ambiental tiene una influencia directa en el desarrollo de su actividad. En ese sentido, sus máximos órganos de gobierno tanto el Directorio como el Comité de Activos y Pasivos (COAP), integrado por miembros del Comité de Dirección– mantienen un permanente y sistemático acceso sobre la coyuntura económica y social del país, a través de reportes y exposiciones que la Unidad BBVA Research prepara mensualmente. En ellos se analizan las actividades generadas en Lima o en el interior del país respecto a conflictos o medidas medioambientales que puedan impactar en las regiones en donde opera el Banco, información que resulta clave para la toma de decisiones.

BBVA Continental también realiza homologaciones de sus proveedores para determinar la confiabilidad sobre la cual se sustentarán las transacciones. En este sentido, la Unidad de Compras, Inmuebles y Servicios Generales verifica que los proveedores se hayan sometido a la evaluación de los Principios del Ecuador, requisito indispensable que se les considere aptos para llevar a cabo cualquier tipo de transacciones durante la vigencia del contrato. Dentro de esta homologación se toman en cuenta factores de índole medioambiental.

Concesión responsable de crédito

La gestión del riesgo juega un rol fundamental dentro de la estrategia de BBVA Continental y contribuye a garantizar su solvencia y sostenibilidad. Se trata de una adecuada clasificación de los riesgos y de los clientes, con miras a construir un marco de límites y normas de delegación que aseguren un proceso idóneo de toma de decisiones.

La evaluación de la calidad de riesgo de los clientes y de los grupos económicos se produce a través de las unidades de admisión, mediante procedimientos de seguimiento y control que evitan desviarse de los objetivos fijados.

Las unidades de admisión del Banco evalúan la calidad de riesgo de los clientes y de los grupos económicos mediante procedimientos de seguimiento y control.

Asimismo, se toman en cuenta los siguientes principios:

  1. Los riesgos asumidos deben ajustarse a la política general de riesgos de la institución.
  2. Los riesgos deben guardar proporcionalidad con el nivel de recursos propios, ajenos y de generación de resultados del Grupo, priorizando la diversificación de los riesgos y evitando concentraciones relevantes.
  3. Los riesgos asumidos deben estar identificados, medidos y valorados, y se debe contar con los procedimientos para su seguimiento y gestión, además de sólidos mecanismos de control y mitigación.
  4. Todos los riesgos deben ser gestionados de forma prudente e integral durante su ciclo de vida, recibiendo un tratamiento diferenciado en función de su tipología y con una gestión activa de carteras basada en una medida común (capital económico).
  5. La capacidad de pago del prestatario para cumplir, en tiempo y forma, con el total de las obligaciones financieras asumidas según los ingresos procedentes de su negocio o fuente de renta deben estar aseguradas, sin que tenga que recurrir a avalistas, fiadores o activos entregados.