Gestión del riesgo
La gestión del riesgo garantiza la solvencia y desarrollo sostenible del Banco, por lo que juega un rol fundamental en su estrategia. Establecido de acuerdo con la estrategia y políticas del Grupo BBVA, el perfil del riesgo considera un modelo de gestión al respecto único, independiente y global, ejecutado y verificado por la Unidad de Control Interno de Riesgos, integrante del Área de Control Interno y Cumplimiento.

El área de riesgos está estructurada de acuerdo a su tipología: Riesgos Minoristas, Riesgos Mayoristas, Seguimiento, Cobranzas y Recuperaciones, Riesgos Estructurales, de Mercados y Fiduciarios, y Portfolio Management, Data & Reporting. A ello se suma el equipo de Risk Solution y Risk Transformation, que consolida funciones transversales con el objetivo de buscar sinergias y alcanzar una mayor integración de los procesos que van desde la estrategia y la planificación hasta la implantación de modelos y herramientas para una mejor gestión.
Unidad de Portfolio, Management, Data & Reporting
Reporting, Monitoring & Data es la sub unidad responsable del seguimiento permanente de los indicadores de riesgos de los portafolios. Siguiendo la estrategia definida por el Banco y su Marco de Apetito de Riesgos, asegura la medición oportuna y comunica sus observaciones a las instancias correspondiente.
La sub unidad de Measurement concentra los procesos de cálculo de las principales métricas de riesgo, integrando procesos de medición de indicadores de riesgos crediticios relacionados con provisiones, capital regulatorio, capital económico y la rentabilidad ajustada al riesgo.
Por su parte, la sub unidad de Risk Advance Analytics desarrolla, bajo la guía del Center of Expertise (CoE), los modelos que dan soporte a los diferentes procesos de crédito desde la perspectiva de la función de riesgos.
En agosto de 2021 se constituyó la sub unidad Data Quality Team, cuyo objetivo es velar por la calidad de los datos obtenidos por los procesos de cálculo y reporting y priorizados a nivel de Área de Riesgos. La creación de la sub unidad pone aún mayor foco en el desarrollo del modelo del gobierno del dato a nivel Banco y asegura el cumplimiento de las reglas de calidad.
Así, la unidad de Portfolio Management, Data & Reporting se compone de la siguiente manera:
Gestión del riesgo crediticio
Riesgos minoristas
El Banco efectúa la detección de las señales de alerta y de los colectivos de alto riesgo en el ámbito minorista sobre la base de la información estadística y la gestión de seguimiento de los portafolios de Riesgo de Personas Naturales y Banca de Negocios.
Para el cumplimiento de esa importante función, la gestión del riesgo de crédito en ese ámbito comprende:
- Definir los lineamientos para la admisión de clientes del segmento minorista.
- Examinar los resultados del comportamiento de los productos, segmentos y campañas, analizando sus evoluciones y desarrollos.
- Difundir y fortalecer la cultura de riesgos en toda la Organización, con especial foco en los programas de formación continua, el desarrollo de las capacidades en las áreas comerciales y de los especialistas de Riesgos.
- Asegurar, mediante la interrelación con las distintas áreas de negocio y la atención a los órganos supervisores internos y externos, el cumplimiento de las políticas de riesgo de crédito, garantizando el adecuado cumplimiento del Marco de Apetito al Riesgo dispuesto por el Banco.
- Proponer e impulsar la optimización de los procesos, herramientas y normativa para una gestión eficiente del Riesgo de Crédito.
Riesgos mayoristas
La gestión del riesgo de crédito en los segmentos empresas de la Red Minorista, Banca Empresas, Instituciones, Clientes Globales, IFIS y Sector Inmobiliario busca integrar –bajo las líneas de actuación definidas por la política de riesgo de crédito mayorista del Banco– las fases de originación, admisión y seguimiento.
De tal forma, en el marco de la estrategia del Grupo y considerando el entorno desafiante del mercado local producto de la pandemia y las medidas del Gobierno para contenerla, BBVA afianzó el control de límites de asset allocation y perfiles sectoriales sugeridos al considerar el apetito de riesgo, la evolución de la emergencia sanitaria y la reactivación de las actividades económicas.
Medidas como la contención del portafolio, selección de los mejores perfiles y seguimiento de los umbrales de concentración por sectores permitieron al Banco diversificar la cartera priorizando la rentabilidad ajustada al riesgo. Para ello, en 2021 se desplegaron distintas estrategias en la Red de Oficinas, entre estas la actuación preventiva enfocada en cobranzas y la identificación y reconducción de las oportunidades de negocio.
El equipo de admisión fue segmentado, bajo la estructura agile, en dos grupos:
- Stage 1: Eje primario de análisis, actúa bajo el criterio de agrupaciones sectoriales y mantiene la especialización por segmento.
- Stage 2 y Seguimiento Empresas: Con un enfoque de gestión preventiva, ejecuta estrategias que detienen y/o reducen el riesgo del portafolio, al contener el deterioro estructurando soluciones financieras idóneas.
La segmentación de la cartera por ejes de vulnerabilidad y sensibilidad fue el foco del equipo de Gestión de Portafolio, para lo cual en 2021 dividió el equipo en Strategies y Governance e incorporó variables cuantitativas y cualitativas y una semaforización con visión sectorial. Además, se desarrollaron distintos dashboards con información útil para la gestión del riesgo de crédito y protocolos para la atención de los distintos programas de ayuda dispuestos por el Gobierno.
En 2021, Rating, Risk Analyst y Alertas Tempranas consolidaron su papel como importantes herramientas para la toma de decisiones, en tanto que plataformas digitales para la elaboración y análisis de las propuestas crediticias, como los programas Financiero Automatizado y Financiero Digital, fueron usados en los segmentos BEC y CIB, respectivamente.
Gestión del seguimiento, cobranza y la recuperación
Con el objetivo de alcanzar eficiencias en los procesos de manera transversal, tanto en los canales de gestión externos (agencias de cobranza y estudios jurídicos) como internos (Red de Oficinas, Oficina Solución y Oficina Anticipa), congrega funciones y procesos para el seguimiento, contención del impago, cobranza, recuperaciones y desinversión del portafolio en problemas, ya sea de la Banca Comercial o de Banca Empresa y CIB durante todo el ciclo de vida del crédito.
Una estrategia centralizada permite la gestión del portafolio emproblemado. En la búsqueda de minimizar el gasto de provisiones y el nivel de morosidad, se define las acciones diferenciadas por cada segmento y para cada etapa del ciclo de vida del crédito apalancado en políticas de refinanciación, adjudicación y acuerdos de pago con los clientes.
El Plan Integral de Cobranzas, un proyecto de transformación iniciado en 2018 que involucra mejoras en los procesos y gestión de la información, productos remediables como “préstamo compromiso” y “refinanciado con periodo de gracia”, la experiencia del cliente y la plataforma tecnológica permitió, en 2021, consolidar la Fábrica de Cobranzas.
Entre las principales acciones de la Fábrica se destacan las gestiones de la cartera Reactiva, que permitieron al Banco obtener el menor ratio de cartera atrasada frente a sus principales competidores, gracias a la ejecución ágil de los honramientos, la contención de cartera atrasada y ahorro de provisiones en una coyuntura adversa y la reactivación de los castigos mayores a 3 UIT como estrategia de desinversión.
Gestión del riesgo de mercado
Por riesgo de mercado se entiende la posible pérdida en el valor de las posiciones mantenidas en cartera debido a movimientos en las variables de mercado que afectan a la valoración de los instrumentos financieros.
La gestión del riesgo se lleva a cabo mediante métricas alineadas con los estándares del mercado. La métrica de referencia es el VaR (Value at Risk), que mide la pérdida máxima que puede producirse en una cartera con un determinado nivel de confianza (i.e. 99%) a un horizonte temporal (i.e. 1 día).
Asimismo, se establecen métricas adicionales que siguen los requerimientos de Basilea 2.5 junto con un esquema de seguimiento de límites en base al apetito al riesgo aprobado por el gobierno corporativo.
El esquema de control se completa con límites a las pérdidas (Stop-Loss), pruebas periódicas de validez del modelo de medición de riesgos (Backtesting) y ejercicios de estrés (Stress Testing) que simulan movimientos extremos del mercado y su impacto en la cartera.
Gestión del riesgo estructural
El riesgo estructural en la gestión del Banco lo conforman el riesgo de interés estructural y el de liquidez y financiación. La índole del primero radica en la variación de las tasas de interés de mercado y la consecuente alteración en el margen de intereses o en el valor económico del patrimonio de la entidad. Si exponerse a movimientos adversos en dichas tasas constituye un riesgo inherente al desarrollo de la actividad de BBVA es, al mismo tiempo, una oportunidad para la creación de valor económico.
La gestión y el seguimiento del riesgo de liquidez y financiación se ejecutan de manera integral con un doble enfoque (de corto y de largo plazo), interrelacionado y concatenado. Si no se produce una respuesta oportuna, la tensión en uno origina presiones en el otro tanto en condiciones de normalidad como de bajo estrés.
A todo esto, el Banco cuenta con un plan de contingencia cuyo único objetivo es responder ante posibles problemas de liquidez.
Marco de Control Interno de Riesgos
Durante el segundo trimestre de 2021, la unidad de Control Interno de Riesgos se integró al área de Control Interno y Cumplimiento, donde actúa como unidad de control para las actividades de Riesgos y fortalece el objetivo de control con independencia de la función de riesgos financieros del Área de Riesgos.
En este sentido y sin perjuicio de las funciones desarrolladas en este ámbito por el área de Auditoría Interna, verifica que el marco normativo, los procesos y las medidas establecidas sean suficientes y adecuados a cada tipología de riesgos financieros. Asimismo, controla su aplicación y funcionamiento y confirma que las decisiones del Área de Riesgos se realizan con independencia de las líneas de negocio y, en particular, que existe una adecuada separación de funciones entre unidades. Por último, es responsable de la validación de los modelos de riesgos.
Gestión del riesgo operacional
BBVA ha implementado en toda la organización un modelo de gestión de riesgo operacional basado en metodologías y procedimientos de identificación, evaluación y seguimiento del riesgo operacional, apoyado en herramientas que permiten su gestión cualitativa y cuantitativa.
Una gestión descentralizada del riesgo operacional ejecutada por dos equipos en sendas líneas de defensa es la base del modelo. En la primera línea, los Risk Control Assurer promueven la adecuada gestión del riesgo operacional en sus respectivos ámbitos de gestión, extendiendo la metodología de identificación de riesgos y el establecimiento de controles a los propietarios de los procesos, responsables de implementar los planes de mitigación y la ejecución de los controles. En la segunda, un equipo de Risk Control Specialist define los marcos de mitigación y control en su ámbito de especialidad (de forma transversal a toda la organización) y contrasta lo implantado por la primera línea.
En permanente coordinación de una unidad metodológica, ambos equipos reportan constantemente a los comités de Control Interno y Riesgo Operacional (CIRO) de cada área.
Desde el Área de Control Interno y Cumplimiento, la unidad de Non Financial Risk asegura la implantación de las metodologías y herramientas de gestión corporativas, conforma ambos equipos de control, coordina la actualización del mapa de riesgos según la metodología establecida y realiza el seguimiento de los planes de mitigación.
El despliegue, durante 2021, de la nueva herramienta corporativa MIGRO (“Marco Integral para la Gestión del Riesgo Operacional”) a toda la geografía del Grupo facultó cubrir el ciclo completo de la gestión del riesgo operacional. Al brindar soporte a la actividad de los diferentes roles del modelo de gestión en riesgo operacional (Risk Control Assurer y Risk Control Specialist), la herramienta fortaleció el esquema de control interno del Banco.
En concreto, MIGRO permite registrar tanto los riesgos operacionales identificados, cuantificarlos y asociarlos a una taxonomía de procesos, como la evaluación periódica de los controles asociados a los riesgos gestionables (críticos).
La actualización permanente de los riesgos y controles permitió que el modelo de gestión de riesgo operacional mantuviera su vigencia a lo largo de 2021.
La herramienta cuantitativa fundamental de la gestión de riesgo operacional es la base de datos SIRO (Sistema Integrado de Riesgo Operacional), que recoge todo evento de riesgo operacional que suponga un quebranto para el Banco y sus subsidiarias.
Es importante señalar que BBVA está autorizado para utilizar el Método Estándar Alternativo (ASA, por sus siglas en inglés), que calcula el requerimiento de patrimonio efectivo por riesgo operacional y permite optimizar el requerimiento de capital regulatorio.
Requerimiento de patrimonio efectivo por riesgo operacional En millones de soles
En 2021, resaltó como iniciativa relevante el despliegue operativo de la nueva herramienta MIGRO (“Marco Integral para la Gestión del Riesgo Operacional”), la cual es una herramienta corporativa desplegada a todas la geografías del Grupo, que permite cubrir el ciclo completo de la gestión del Riesgo Operacional, brindando el soporte a la actividad de los diferentes roles del modelo de gestión en riesgo operacional (Risk Control Assurer y Risk Control Specialist), permitiendo el fortalecimiento del esquema de control interno del Banco.